Me parece que al tener 9 meses para meditar sobre la clase de madre que quieres ser (en mi caso tuve como 25 años para hacerlo) creas una maraña de ideas sobre lo que estás segura de lo que vas a hacer y lo que NO vas a hacer. Pero conforme los días van pasando y tu recién nacido parece más un marciano que un bebé caes en la cuenta de que no hay manera en que puedas llegar a cumplir tus expectativas.
Bree Vandekamp vs Lynette Scavo
Para mí, ese punto decisivo de lo que haré y lo que no, lo tomé de la famosa serie "Desperate Housewives", en la que dos de las protagonistas tienen una forma completamente opuesta de crianza y limpieza de la casa. Para mí, Bree era quien quería ser. Casa limpia, comida hecha y vida en orden. ¿Qué tan difícil podría ser? Tendría mis tres meses de incapacidad posparto, así que podría dedicarme ese tiempo a mi hijo y a mantener todo en orden y limpio para que mi bebé recién nacido viviera en un ambiente esterilizado. Cocinaría, pues de ninguna otra manera podría perder los 17 kilitos que decidí subir con el embarazo.
En fin, creo que nadie nunca me advirtió que un recién nacido requería atención 24/7. Claro que sabía que sería pesado y difícil pero nunca pensé que no iba a tener ni 5 minutos para bañarme; (y que si tenía 5 minutos libres los usaría para dormir) sobre todo con un bebé al que no le gusta dormir. Claro que la casa siempre estaba tirada, la ropa en el piso, platos (donde poníamos la comida corrida, no cocinada por mí) en el fregadero y no quiero ni decir de mi persona. Mi mamá llegó a visitarme el fin de semana y muy amablemente me pidió que me metiera a bañar. En ese momento recordé una frase que Lynette dice en la serie: "Me voy a bañar para quitarme el vómito de ayer del cabello". Yo pensé: "Pero, ¿Cómo es posible que una persona pueda ser así de sucia y dejada? Yo no voy a ser una fodongona". Claro, lo fui.
Convertirme en mamá ha sido sin duda de las cosas más difíciles que he tenido que aprender, pero más difícil todavía ha sido llegar a aprender a vivir con todas mis imperfecciones como mamá, con los juicios que emiten las personas a tu alrededor y con la presión y competencia de las mamás con las que te codeas.
